Leer en familia
Ayer, en el Centro Regional de Formación del Profesorado asistí al evento "Leer en familia", el cual se basó en cuatro ponencias sobre la lectura en el entorno familiar y escolar.
La relación familia-escuela es el fundamento de una buena educación lectora. Los padres y educadores jugamos un papel muy importante en dicha educación. Para tener éxito y despertar el interés por la lectura, el hogar y el centro debemos colaborar estrechamente (J. Quintanal Díez).
La lectura se debe respirar en el hogar lo mismo que en el aula. Dejar claro que el objetivo de la lectura no es aprender a leer rápido, sino que hay que despertar su interés por lo que se está leyendo y asegurarnos de que lo comprenden y lo disfrutan. ¿Cómo se puede conseguir? Principalmente dialogando antes, durante y después de haber finalizado el cuento, libro, artículo o cualquier tipo de lectura.
¿Qué se puede hacer?
En casa:
- Acostumbrarles a leer todas las noches desde que son pequeños.
- Hasta tres años, comentando con ellos libros ilustrados.
- De 3 a 6 años, leyéndoles cuentos.
- A partir de 6 años, leyendo con ellos y compartiendo sus lecturas.
- A partir de los 12 años, facilitándoles los medios necesarios (tiempo, libros, comentarios, etc.) para atraerlos.
En el aula:
- La lectura tiene que ser experimentada de modo personal.
- Una lectura pausada, sin prisa.
- Entonada, modulando y poniendo énfasis en las expresiones.
- Fomentando la participación de los niños comentando con el maestro sus opiniones o dudas sobre el texto.
- Una lectura expresiva, acompañada del gesto y de la vista.
Sobre todo, la lectura tiene que ser vivida y disfrutada.
Tenemos que regalar momentos de lectura, porque estos serán recordados toda la vida.
La relación familia-escuela es el fundamento de una buena educación lectora. Los padres y educadores jugamos un papel muy importante en dicha educación. Para tener éxito y despertar el interés por la lectura, el hogar y el centro debemos colaborar estrechamente (J. Quintanal Díez).
La lectura se debe respirar en el hogar lo mismo que en el aula. Dejar claro que el objetivo de la lectura no es aprender a leer rápido, sino que hay que despertar su interés por lo que se está leyendo y asegurarnos de que lo comprenden y lo disfrutan. ¿Cómo se puede conseguir? Principalmente dialogando antes, durante y después de haber finalizado el cuento, libro, artículo o cualquier tipo de lectura.
¿Qué se puede hacer?
En casa:
- Acostumbrarles a leer todas las noches desde que son pequeños.
- Hasta tres años, comentando con ellos libros ilustrados.
- De 3 a 6 años, leyéndoles cuentos.
- A partir de 6 años, leyendo con ellos y compartiendo sus lecturas.
- A partir de los 12 años, facilitándoles los medios necesarios (tiempo, libros, comentarios, etc.) para atraerlos.
En el aula:
- La lectura tiene que ser experimentada de modo personal.
- Una lectura pausada, sin prisa.
- Entonada, modulando y poniendo énfasis en las expresiones.
- Fomentando la participación de los niños comentando con el maestro sus opiniones o dudas sobre el texto.
- Una lectura expresiva, acompañada del gesto y de la vista.
Sobre todo, la lectura tiene que ser vivida y disfrutada.
Tenemos que regalar momentos de lectura, porque estos serán recordados toda la vida.
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